Por la naturaleza de la enfermedad en el sentido de afectar la circulación de la sangre por el exceso de glucosa que luego se convierte en grasa y tapa los conductos sanguíneos, también reseca la piel porque la sangre lleva humedad a las células de la piel ademas de los nutrientes que la mantienen cumpliendo la función de proteger el cuerpo.
Es por esta razón que la piel se reseca y se quiebra permitiendo que bacterias anaerobicas ( que buscan ambientes sin oxigeno ) pueden penetrar a lugares como los pies y causar infecciones que terminan en gangrena y amputación.
En la diabetes el primer paso es proteger sus pies y nosotros podemos ayudar.